La venezolana que emprendió una nueva vida en Colombia

A sus 22 años, Luisana Kuper, asistente administrativa para varias direcciones de mercado de Indra, alterna su tiempo entre el trabajo y su profesión de Derecho.

Hace 3 años dejó su natal Venezuela y llegó a Colombia con una maleta cargada de sueños y metas y los recuerdos de sus abuelos y amigos. Debido a la situación política que atraviesa su país se vio obligada junto con su mamá y su hermana a trasladarse a Colombia, con el fin de tener una estabilidad en todos los frentes.

Pese a su corta edad, las experiencias vividas por Luisiana están enmarcadas dentro del esfuerzo por salir adelante y del amor por cada proyecto que emprende. Desde hace 3 semestres retomó sus estudios en Derecho en la Universidad Militar Nueva Granada, carrera que inició en Venezuela, pero por la situación que vive su país, tuvo que dejar por un tiempo. Ahora, alterna sus estudios con su cargo como asistente administrativa para las Direcciones de Servicios Financieros, Energía, Sanidad, Utilities e Infraestructura.

Cada día Luisana sigue adaptándose a su vida en Colombia, manifiesta que ha sido un proceso duro debido al ritmo que maneja Bogotá, su clima, su gente, así como también las costumbres y alimentación. Aunque ya cuenta con su nacionalidad colombiana porque su mamá es nacida en nuestro país, Luisana extraña su cálida ciudad de Valencia por el cariño de su gente y la cercanía con sus amigos, con los cuales pasaba casi todos los fines de semana en la playa.

Destaca de Indra el apoyo que le brinda en sus estudios, el gran espectro de conocimiento, la interrelación con gente de diversas culturas, y además, que la ha acercado a la tecnología. La oportunidad de trabajar con directores de diferentes mercados la ha convertido en una persona flexible debido a que cada director tiene su propio estilo de trabajo.

Igualmente asegura que su experiencia actual está fundamentada en lo que aprendió en su primer cargo en la organización cuando fue asistente en el área comercial, posición que la formó en atención al cliente tanto interno como externo.

Aunque esta Colombo-venezolana no tiene mucho tiempo libre debido a sus ocupaciones laborales y de estudio, siempre tendrá tiempo para un buen estreno en cine, una obra de teatro, leer, comerse un buen helado y para disfrutar su debilidad de siempre: el chocolate. Luisiana paralelamente es una experta en bisutería, oficio que aprendió gracias a que su abuela la matriculó desde muy pequeña en un curso en el que desarrolló toda su habilidad manual, llevándola a crear gran variedad de accesorios que vende junto con su madre.

Se siente totalmente agradecida con Dios, porque para ella, es Él, quien le ha brindado las oportunidades de salir adelante con su familia y de tener una nueva vida. Con nostalgia y anhelo recalca que le gustaría volver a su tierra cuando la situación política y de seguridad se estabilice para encontrarse de nuevo con sus abuelos.

“Yo soy Indra, porque somos una familia que trabaja en equipo, me gusta mucho la innovación e Indra lo hace día a día. No hay nada mejor que dejar huella e Indra lo hace gracias a su nivel diferenciador de sus competidores”